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 Sobre la obra de Deborah Pruden - Para Actividad de Uso - 2016

No sé cuántas personas hay en el planeta.

Ni cuántas variantes de vida hay. Cuántos mecanismos de decisión.

¿Cómo decide cada individuo? Tampoco sé si ese cómo es descriptible de algún modo.

¿Sabrá alguien qué deseos estructurales son los que nos hacen virar de camino? ¿Por qué hago lo que hago y un día no lo hago más? ¿En base a qué información cambio?

Pero lo que sí sé es que para cada una de estas variantes de decisión existe una o más variantes complementarias que se acoplan a la perfección por cierto tiempo para modificarse entre ellas. Una persona puede transformar para siempre a otra en un encuentro tan corto como se imagine mientras exista esta complementariedad. Esta empatía. Esta voluntad. Si hubiera un cajón con mil llaves y mil candados mezclados y se agitara eternamente encontraríamos a todos destrabados en algún momento de la historia. Sólo por azar y perseverancia.

Pero esto también funciona en lo introspectivo, más allá de lo interpersonal. Puede uno crear a solas y que el resultado material sea intermediario transformador de personas. Y genere nuevas creaciones en un tercero en base a sus propias relaciones abstractas. En base a disparadores y semillas de percepción. Así se establece un intercambio no trazable y, aunque lejos está de ser unívoco, es inevitable.

Acepto que no entiendo todo lo que percibo del artista, pero establezco igual un nexo fuerte con lo que tengo frente a mí.

Parecería ser que el colapso de un estado mental del artista hacia la acción o hacia lo material es paso obligado. De lo introspectivo intangible hacia la existencia testificable. ¿Cómo interactuamos con el entorno? Modificándolo. Entonces estas nuevas existencias surgidas a partir de percepción del que crea, directa o indirectamente influyen en los límites de lo que un observador entiende por realidad. Y este observador ejecuta una labor de escribano de lo terrenal, de lo comprobable, de lo cuasi objetivable, y luego certificará para sus adentros si integra (o no) lo nuevo a su comprensión del propio universo. Y afortunadamente esos límites son sólo dependientes de la reinvención, de la reinterpretación. A veces se amplían sin demasiada resistencia.

Todo contenido generado a partir de otro contenido es construcción interhumana compleja. Y el modo de poner en evidencia esa complejidad es a través de aquellos testimonios de los escribanos terrenales. Si existe un observador existe transferencia (nada digo sobre el caso de inexistencia de un observador).

Y me reconozco ahora ensamblando una reinterpretación de lo que me es transferido, estableciendo ese nexo fuerte con las ideas, tiempos, deseos, lo distorsivo, lo agudo, lo generalista o lo estrictamente particular e inconjugable.

La amnesia

A priori, la obra de Déborah Pruden parece estar constituida por algún mecanismo de estos que facilitan el acople de otras percepciones, por lo que me permite adecuarme en el rol de escribano de lo terrenal. Fuerzo mi mirada, atento respecto a datos previos sobre lo pasado quizás inexistente y el título de una serie de pinturas. Empiezo viendo un apuro difuso y anecdótico. Un olvido. O la intención por no perder detalle de la memoria.

La amnesia no se conforma con un sólo individuo.
No conozco a Pruden.
Pero soy el certifica mi realidad y construyo a partir de lo que su materia me transfiere.
Así ya somos dos.

Descubro que la amnesia se pontifica con un otro sólo si éste asegura que fuiste partícipe de algo que no llegás a asegurar.

O fuiste testigo pero vos solo ya no das abasto para confirmarlo.
Y requerís de un otro para la comprobación final.
Alguien que te cuente.
Por favor, alguien que me cuente.

Y así te convencen de que te vieron. O de que vos estabas ahí. O de que viste tal o cual cosa. Y entonces queda poco más por hacer. Salvo porque estás en una bifurcación que define tu futuro y choca contra tu cara:

Intentás recordar.
O no lo intentás.
Confiás o no confiás.
Y siempre decidís lo mismo.
Reconstruís tu yo una y otra vez.
No lo podés evitar.

¿Soy de los que se esfuerza por hacer resurgir una percepción que quizás ya no me es propia? ¿O soy de los que abandona y descree porque en realidad nunca fue parte de mí?

El amnésico decide constantemente.

Pero también es posible simular amnesia. Tiene sus beneficios grandes. Pero se necesita intención para intentarlo y ser de esos que cuestionan certezas propias. Y entonces es fácil inventar historias que no viviste, autoconvencerte.

Imaginar otra vida.
Ser un otro.
No estar acá.
Haber estado allá aún sin haber estado.
Aprender más fácil.
Más rápido.
Oler olor nuevo.

Querer despertarte porque es un día que empieza. Otra oportunidad para otro paradigma. Dejando de lado un ayer.

De todos modos nunca se puede asegurar que las cosas hayan sido así o asá. No vale la pena aferrarse tanto a lo propio. Porque a mi modo todo lo es, sólo porque es como es a mi modo.

¿Y cómo podría yo separarme de mí mismo? Y abandonar mi ayer. ¿Cómo suelto lo que aferro? Con voluntad que me separe de mi propio núcleo. Con voluntad de moverse fuera del núcleo duro de los recuerdos y costumbres. El ejercicio constante de la duda. Buscar evidencias del yo prístino sin memoria.

Concluyo entonces que ejercitar la duda puede funcionar como simulacro de amnesia. Me transmuto personificándome en un amnésico con esperanza, de esos que cree que con voluntad puede reconstruir eso que olvidó (o que nunca existió).

Y con una tela delante de mí. Y hago líneas de un color que no sé cuál es, pero es casi este. Pero trastabillo. Me equivoco. No era así. Debería ser un poco más claro, entonces recargo con el blanco que encontré y la cosa se aclara, pero no sé. ¿Era así? Decime cómo era. Me contengo de repetir lo que acabo de hacer. Porque no estoy segura. A ver, intento. Me resbala el pincel. Pero qué voy a hacer, a veces es esto o nada. Me aporta a la imagen general. Algo hay ahí en este sector. Lo sé. O después sabré. Espero saberlo. Realmente. Me voy a regalar el tiempo para que decante. Mientras, cambio de dirección repentinamente y de esto sí estoy segura. Esta parte fue cierta.

Sí.

Qué bien, no abandones, que estás cerca de reconstruirlo.


Pero no. A ver. No.

Acá no veo nada. ¿O sí? ¿Qué es? No, no lo distingo. Lo haré después.

Pero no, no es que no lo distingo. Es que ahí realmente nunca hubo nada.

Hay nada al fondo.

Así que anulo el fondo.

Pero esto es así. No me alcanza para la completitud del recuerdo. Pero es lo que sé, y es mucho. Intentalo vos, ¿querés? Quizás tomás lo mío e interpretás algo mientras completo esto. Con otro color, que sé que estaba. Todo esto estaba. Y lo difuso era difuso, hasta ahí llegué. Y lo tuyo no va a coincidir con lo que recuerde otro. Pero es construcción. Es ejercer la percepción interpersonal. Dale. Esforzate y quizás vivís lo que veo. ¿Quizás no era así? ¿Decís que no era así? Resuelto. Ya no está. Confío en vos. Y también confío en mí confiando en vos. Y en mi capacidad de dudar. Que me hace así de libre. Y nombro a esta pintura de un modo que envuelva, que pese, que complete lo que no está en la capa más mojada de pintura. Ni en la de atrás.

Y cuando ya está planteada la situación voy de clavado al espacio que hay entre trazos y lo modifico según lo que me parece certero. Según me permita el pasado por el que quizás caminé y que nunca importó si fue real.

Los filos de las líneas que dibujé ahora tienen cuerpo. Las veo como constituyentes de una estructura que asumo que es dato y a su vez otra cosa.

Una metacosa. Una abstracción sensorial que escapa al plano.

Los filos serán quizás el colapso de cómo se expresa en realidad la confusión del que duda. O quizás son otra cosa que sigo sin visualizar en mí. Y está ahí delante. No puedo ir por otro camino que no sea el del esfuerzo. Puedo salir fácil, pero no es mi naturaleza. Tiendo a quedarme un rato más, esperando que se acomoden los fragmentos.

Todo se conecta.
Es un pasado con algo del ya mismo.
Porque está constituido de esto: lo indiscutible de un presente en conjunción con lo relativo de la duda.

¿El presente y el pasado desenvueltos a la vez?
¿Es la memoria en sí misma? ¿O su falta?
Y la corrección continua. La prueba y el error.
Pero mi memoria la ejerzo en el presente. ¿Existe la memoria del presente?

¿O acaso la memoria del ahora es una fracción de la memoria pasado? O la memoria del pasado es la degradación del ahora. A ver, el pasado es más erosionado, complejo, encriptado, inaccesible. Siempre es único e individual. Salvo que exista un otro que de fe de tu pasado. O estés ejercitando la duda.

O sufras de real amnesia.

Sobre la prueba y el error en el eje temporal

Supongamos que quiero diseñar el futuro de alguien que en su pasado tuvo éxito en lo que está siendo mi presente.

Entonces tengo que asegurarme de alimentar al presente con una seguidilla de hitos y acciones simples planificadas cuidadosamente. Con algo de suerte la combinación será la correcta y como resultado obtendré el pasado que tanto imagino para mí. Deseo pasado porque es parte inevitable del yo, salvo que se sufra de amnesia.

Pero si ese pasado que obtengo no es el que espero no es problema. Vuelvo a intentarlo. Hasta que esa entidad temporal dueña del ahora mismo mastique otra combinación distinta y mejor planificada de partes constitutivas de futuro y arrojen un nuevo pasado resultante para mí. Y quizás finalmente sea el que deseo. Si nuevamente no fuera el que imagino no es problema. Porque nunca se vuelve al principio. No hay que probar siempre con los mismos fragmentos. Esa es la primera regla. No repetir.

El presente es como un animal masivo que metaboliza acciones e influencias. Pero nos es imposible describirlo. Con mucho trabajo podemos ver a contraluz cómo opera. Pero se comporta diferente para cada persona, porque cada persona lo alimenta con otro alimento. Dale de comer el futuro que le gusta, y él va a metabolizarte algo bueno para vos. Algo que puede asomarse al recuerdo que querés. Pero nunca se lo llega a ver por completo porque trabaja en una dimensión que no manejamos. ¿Por qué usamos relojes? Porque el tiempo es relativo a cada individuo, pasa diferente para cada uno. Esa es la prueba: somos débiles en la dimensión temporal, no la comprendemos. No aceptamos un tiempo constituido por un instante de cero tiempo. Tampoco comprendemos un instante eterno. Pero este animal al que llamamos presente sólo se maneja en esta dimensión. Es sabio ahí dónde nosotros no. Y no tiene cuerpo, pero tiene habilidades que le permiten procesar, ordenar y combinar de un modo particularmente veloz todo tipo de acciones en general desordenadas, caóticas. Es tan complejo que lo creemos imprevisible. Parece siempre aglutinar las piezas de futuro con un fluido pegajoso al que llamamos azar. Pero si descubrís cómo funciona para vos, si descubrís qué hace con tus acciones, quizás podés acariciar al animal ansioso en el instante cero.

Pero luego quedan los restos de este proceso. Lo metabolizado y los restos. Y es en este plano temporal posterior en el que aparece una entidad distinta, una entidad longeva, que abarca el pasado hasta el inicio de los tiempos. A la que invocamos, a la que exigimos que recuerde todo (y a veces incluso esperamos que se comporte como presente). Pero finalmente hace lo único que sabe hacer: comer de las sobras. Acepta cualquier cosa porque va desorientado, constantemente distraído por estímulos intensos del invocante. Y a lo que expele el presente lo empasta de manera diferenciada según la intensidad de los sentidos del que quiere recuerdos. Nadie sabe cómo funciona esto. Pero por ejemplo se dice que un aroma fuerte asociado a una acción persiste disponible en la memoria incluso después de la muerte de las personas.

¿Acaso todos los recuerdos estarán siempre vinculados a sentidos y emociones?

¿Existe alguno que no se apegue a lo descriptible por algún lenguaje ya desarrollado por la humanidad? ¿A qué hace referencia un recuerdo que no admite palabras, colores, notas musicales, acciones, emociones o movimientos?

Es sabido que los científicos y tecnólogos dedican gran parte del tiempo al instante cero. Se basan en descripciones que permiten repetir experimentos. Saben que bajo ciertas condiciones el animal se tranquiliza y responde siempre igual. Se lo alimenta con un tipo de futuro y él ordena en un instante nulo devolviendo el resultado perfectamente previsible. Lo espían con sus fórmulas que suelen funcionar. Pero cuando agregan fragmentos iniciales distintos es posible que arroje algo desalentador. Desconocido. Que se enoje. No muerde. Solamente pierde el interés. Y hay que ganar su confianza nuevamente. Hacer movimientos sutiles. Y la rueda vuelve a girar y el científico estudia qué variable fue la que cambió respecto al caso anterior. Para acariciarlo, para darle el gusto. Para trabajar en comunión. La bestia se relaja, deglute algo conocido en base a fórmulas matemáticas unívocas que lo describen a él. Entonces la bestia se mira al espejo. Y el científico alivia su pulsión de muerte, vislumbra eso más grande que el ser humano. Mira por un instante la magnificencia de el andamiaje temporal, ese que nos quita la vida una vez por vida. Esto implica un sentido de observación agudo y una perseverancia aniñada. La prueba y el error del mortal.

Decidí no conocer a Déborah Pruden en persona para escribir. Ahora no sabría cómo revelarle mirándola a los ojos que la descubrí. Sé perfectamente que ella sabe algo que yo no sobre el animal de instante cero y de la entidad longeva (aunque quizás ella lo explique con otras palabras). Y también sé que estos le admiten de vez en cuando evocar lo que quizás ni siquiera ella conserva pero que intenta constantemente demarcar manipulando la prueba y el error en el eje temporal.





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Sonda Multivariable
para "Aliento", de Tomás Maglione - Ruth Benzacar - 2016

 
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Existe lo que se sabe que se conoce
Existe lo que se sabe que se desconoce
Pero también existe lo que no se sabe que se desconoce

Existen realidades diversas - Que se muestran simples, complejas o complicadas dependiendo de qué, cómo, quién y cuándo se las observe. Todas conviven en la vida diaria.

Existen situaciones simples - Constituidas por una escasa cantidad de variables. Que interactúan entre sí de un modo evidente, lineal (o no interactúan en absoluto).

Existen situaciones complejas - Cuyas variables también interactúan de modo evidente, pero están constituidas por una gran cantidad de variables.

Existen situaciones complicadas - Constituidas por una gran cantidad de variables. Pero que son altamente interdependientes e interactúan entre sí de un modo intrincado.

Existen métodos de observación - Que correctamente diseñados develan realidades mediante un sondeo de la interacción entre dichas variables.

Pero existen variables no observables – Que, aun sabiendo que existen y contando con elaborados métodos de observación, no son accesibles a observadores. Ejemplo: azar.

Existe el espacio-tiempo - Entidad (cómo mínimo) tetra dimensional en la que transcurre todo fenómeno conocido-conocido, desconocido-conocido y quizás, desconocido-desconocido.
                       
                        Existe una Voluntad meticulosa - Atrincherada en una mente sin cuerpo, en un plano intangible que desconocemos que desconocemos. Se mantiene alejada de todo imprevisto. Pero ya tiene motivos para transformarse, para salir de la guarida. Para migrar a nuestro mundo. Y sólo está dispuesta a hacerlo si se convence de que tiene todo bajo control, si no vislumbra riesgos asociados al cambio. ¿Qué más peligroso que la calle? Ahí están las personas, con sus manías y ceguera sensorial. Con necesidades y con cosas. Ahí también se expresa la naturaleza caprichosa, provocadora potencial de incidentes, accidentes y fallas. A la vez terreno de todo futuro. ¡Tentadora opción quedarse quieto! “Si no te movés no te pasa nada malo. Pero tampoco bueno. O sea, no te pasa nada”. La Voluntad inmaterial elabora estrategias para su movida cautelosa usando de intermediarios a personas reales dispuestas al riesgo, operarios que releven datos en el exterior: “Tenés un cuerpo temerario, me servís. Ayudame a conocer tus realidades”. - Existe un Operador audaz - Que opera al servicio de esta Voluntad meticulosa desencriptando sus miedos y deseos. Luego sale a sondear datos. Pero este enviado tiene sus propios intereses (que no contradicen al plan original del solicitante). El Operario busca aliviar curiosidades, persigue certezas generalistas, busca leyes. Focaliza en minimizar lo que desconoce que desconoce (tiene afinidad con lo que no tiene palabras). Replica sondas multivariable de muy fácil construcción para llevar a cabo sus observaciones. Entonces fuerza la interacción de dichos medidores livianos liberándolos en situaciones reales, dejándolos a la deriva. Hacen trabajo por él. Entonces registra. - Existen sondas multivariable - Instrumentos de medición utilizados por el Operador que funcionan en el campo de las objetividades y el de las subjetividades. Resueltos por geometría simple con materiales complejos de orígenes tanto naturales como artificiales y extremadamente opuestos: espumas plásticas de baja densidad derivadas del petróleo mediante procesos químicos complicados, y plumas de ave, expresión de millones de años de evolución en base a selección natural. Un cubo de aquella espuma plástica centraliza seis plumas de tamaños equilibrados, cuyos cálamos están insertos de modo perpendicular en cada una de las seis caras del mismo cubo. Sus 3 puntos de apoyo alejados del centro de masa aseguran altísima estabilidad en reposo.
                     
 

                 Los materiales livianos mantienen el peso al mínimo y esta característica le imprime al objeto un bajo momento de inercia (por su bajo peso pero no por su geometría relativamente amplia y de masa distribuida). Las tres plumas restantes que no apoyan, apuntan en ángulo y dirección opuesta al suelo, aumentando la sensibilidad a perturbaciones externas (viento o choque de objetos en movimiento). A su vez aseguran un alto torque respecto al Centro Instantáneo de Rotación en casos de bajo viento, generando un movimiento en zigzag (por la gran superficie relativa de las plumas, elevada distancia al centro de masa y topología triangular dislocada en 45°).
 
                                                       



                                                                                                                                                 
Las barbas plumáceas constitutivas de toda pluma compiten contra dicho torque (al ser suaves disminuyen el rozamiento estático contra el suelo). En otras palabras: esto favorece que la sonda resbale en condiciones de viento medio en lugar de rotar. Dichas barbas trabajando  en conjunto con el raquis (o nervio neumático) funcionan de amortiguador en cada punto de apoyo. Esto último, combinado con el bajo peso y la característica flexible de la espuma plástica, aseguran una excelente resistencia a golpes y adaptabilidad ante potenciales aplastamientos emulando los principios físicos de un choque perfectamente elástico. Dadas las características enumeradas se mantiene un nivel nulo de sonido al trasladarse. En caso de encontrarse en medio líquido acuoso, la característica hidrófoba de las barbas en conjunto con el aire atrapado entre las mismas, la gran superficie de contacto y nuevamente la baja masa total, permiten que esta sonda no compita con la tensión superficial del agua y le impriman una excelente flotabilidad. En caso de hundimiento por fuerzas en picada en ambiente líquido profundo, la inmejorable flotabilidad del cubo de espuma plástica entra en juego asegurando su retorno sin daño a la superficie.


Nro.
Característica
Magnitud
Especificación / Respuesta
Observaciones
1
Corpórea
Peso
Variable
Despreciable respecto a pesos de objetos existentes a su alrededor
2
Color
Tonos de blanco - gris - negro
Sin observaciones
3
Tamaño
Variable
Comparable a dimensiones de objetos a su alrededor
4
Materiales
Complejos
Creados y no creados por el hombre 
5
Estática
Estabilidad en reposo
Optima
Por 3 puntos de apoyo
6
Rozamiento estático
Bajo
Por suavidad de barbas plumáceas
7
Dinámica
Rozamiento dinámico
Bajo
Por suavidad de barbas plumáceas
8
Perturbación
Viento bajo
Giro triangular zigzag sin resbalar
Alrededor del Centro Instantáneo de Rotación (que siempre es punta de 2 plumas)
9
Viento medio
Traslación lineal
En contacto con el suelo en dirección a la velocidad del viento (resbalando sin rotar)
10
Viento alto (laminar)
Despegue con giro + vuelo lineal
Sin observaciones
11
Viento turbulento
Vuelo caótico en deriva
Sin observaciones
12
Resistencia al aplastamiento
Alta
Por amortiguación constructiva
13
Resistencia a golpes
Alta
Símil choque perfectamente elástico
14
Flotabilidad
Agua
Optima
Sin observaciones
15
Sumergibilidad
Agua
Muy baja
Sin observaciones
16
Estimulación
Subjetiva
NO CUANTIFICABLE
NUNCA SERÁ CUANTIFICABLE
Resumen de Especificaciones
                        

                        Es interesante recordar que el plano de la subjetividad es construido a partir de paradigmas y mecanismos internos (espirituales, emocionales y mentales), propios de cada individuo a cada momento. Esto induce una visión única y limitada en la que el YO es lo que ocupa el interior (y el resto el exterior). Esto tiene un efecto ventajoso: hace pasar desapercibido el experimento del operario. Y los transeúntes no descubren que están siendo observados como parte del sondeo (ya que se sienten por fuera de la situación). La alta estimulación de subjetividades del objeto se activa al interactuar con los sentidos del peatón casual, principalmente con la visión y el tacto. Aunque es inefectivo el análisis dada la interminable combinatoria, se esbozan ejemplos para clarificar este tipo de bondades. a) Su suavidad e ínfimo peso pueden provocar sorpresa y ternura en el individuo que lo toque (o levante), por empatía hacia un pichón desorientado. b) Podría generar impotencia al que intente patear o aplastar la sonda dado que se adapta a golpes y cambios bruscos de velocidad. Esta misma acción podría aliviar stress por descarga de energía acumulada. c) La convivencia de movimientos lineales, geométricos y caóticos en un mismo objeto puede llevar al transeúnte a pensar en ideas sobre “lo imposible” o incluso borrar rastros de depresión: “si esto es posible, todo lo es”.     d) La estabilidad del instrumento multivariable en reposo junto con la alta visibilidad de las plumas y su aspecto liviano podría llevar al individuo a imaginarse que, aunque en tierra permanece quieto, nació para estar en el aire (este atisbo de idea podría implicar que cada uno nace con un don y facilitar el encuentro con el propio). e) Intentar atraparlo en viento turbulento podría generar ansiedad al sentir que "el objeto de deseo se escapa", aun siendo a primera vista un juego de niños (esto último estando también enmarcado en la subjetividad). f) Algún peatón iracundo podrá, quizás, pensar en prenderlo fuego. Asumiendo que pudiera deducir el material central, éste peatón a continuación podría imaginarse un olor desagradable similar a plástico y cabello quemado. g) Es interesante plantearse la posibilidad de encuentros con animales (como palomas, gatos o perros) y las reacciones que en estos se podrían generar. Con cierta probabilidad se espera total indiferencia de la paloma, algún rasguño de un gato y olfateos o ladridos del perro. Lo importante es que todas estas reacciones son propensas a ser reinterpretadas a su vez por transeúntes humanos. h) La suciedad del ambiente interactúa con las barbas plumáceas pudiendo quedar atrapada e inducir necesidad de una ducha en peatones detallistas. i) Más de una persona (a la vez) podría tener curiosidad desmedida frente al recorrido de este objeto y seguirlo. Dada la naturaleza de la sonda, enmarcada en la imposibilidad de predecir su destino, es probable la conformación de un aglutinamiento de peatones a la deriva, totalmente fuera de rumbo (y sin posibilidades de visualizar el fin de aquella situación particular). j) Mirar directamente al operador atendiendo a nivel de detalle el comportamiento del objeto podría inducir preguntas, juicios y prejuicios con comentarios del tipo “la juventud está perdida” o "qué motiva a esta persona a seguir un cubo plástico con 6 plumas que no sirve para nada”. En casos contados algunos prejuiciosos podrían cambiar de opinión, destrabando cuestiones personales directa o indirectamente relacionadas con la situación que presenciaron. k) Es difícil asegurar qué le ocurre a la cámara de video que registra las situaciones: la subjetividad queda impregnada, salpicada, indivisible respecto de lo objetivo. Aunque no se tienen datos sobre roturas de este tipo de aparatos, no se garantiza su durabilidad dada la alta heterogeneidad de información densa que debe absorber. l) La exposición pública del registro audiovisual en cuestión podría fomentar intercambios en diversos lenguajes acerca de lo que se desconoce que se desconoce, generando una meta-interpretación de resultados experimentales. Pero son supuestos, el plano subjetivo no es cuantificable ni predecible.



 


                       
                        La sonda multivariable no opone resistencia en ningún aspecto. Recorre realidades simples, complejas y complicadas, tanto en planos objetivos como subjetivos. - Existe un resultado develado - Que brinda información vital a la Voluntad meticulosa en búsqueda de patrones. Describe los entramados multivariable: el viento en sus diversas formas y magnitudes, la luz del día con proyección de sombras, interpretaciones humanas y todo lo descripto anteriormente. Pero también brinda información evidente sobre el cuerpo del Operador, que también es observado. En consecuencia aquella Voluntad inmaterial toma la decisión definitiva, elige un cuerpo terrenal, el del Operador Temerario. Entonces migra y así se completa el ciclo: juntos develan el conocimiento de lo que se desconoce que se desconoce.
 



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Para Federico Villarino - El Mirador Espacio - 2015

 
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Porque el tiempo más se apelmaza cuanto mayor es la intensidad.

El que lo descubre omite lo unívoco y gana el juego (pero pierde la cabeza).

La técnica es siempre un comienzo posible asumida la transparencia del oficio.



Oponerse al ciclo basta para hacer abrupto el fin del mismo. No repetirse. No copiar la semilla. Entonces lograr lo cuasi ideal: no prever el vacío del acantilado.

Alguna entidad biológica se disfraza de autómata. Insertos en sociedad ambos serían filosóficamente indivisibles (la diferencia reside en que uno de los dos se sabría no eterno). 



Camuflado rediseña marcos, luego se redefine a sí mismo.



La entidad no se resiste a la nueva estrategia instintiva: ve un adelante; usa el suelo del que se ocupó en optimizar; maneja las herramientas que conoce, las del oficio; disloca su verdad. 



Y los que miran aguardan los rebotes debidos al cambio.

"La tarea es falible pero siempre perfectible", replica su estela. Da su paso hacia la unidad, lejos ya de ambivalencias. Azar lleva a ruta. Que lleva a ruta en dirección a ruta y desemboca en ruta (eso mientras camines).



Entonces la técnica colapsa en oficio y el pincel consistente se descubre sin razón con ciego estribillo gestual que acobija.


 Avanza permanente autómata meditabundo. 

Entonces se hace líquido y revela en dilución.
Sumiso se brinda en fluido.

Con la innegable omnipresencia de la voluntad caprichosa del agua.






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Sobre muestra de Sofía Ungar - 2013





Quiero ser de ese mundo en el que la belleza escribe las reglas. 
En el que no existe trampa o ambición. 
Sólo un adormecer por encandilamiento. 
Que confunde realidad y sueño. 
El útero de la adultez. 
Dentro de una foto de Sofía Ungar hay varios soles. 
Y todos iluminan el contenido, no la superficie.

Un álbum de recuerdos omniscientes sin pretensiones melancólicas.

El primer centímetro de un tobogán que puede terminar en el mar. 
O en un bosque. 
O en una nube blanca que contiene y protege de males externos.

Y confía en los sueños sin final.


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Sobre muestra de Dolores Furtado



El cambio de paradigma biológico

Hay algo por dentro. Algún sistema complejo autónomo. Que come por la piel.

Que permeabiliza cáscaras en pos de la supervivencia.

Quizás de las crisálidas salgan otros seres. No lo puedo saber.

Quizás pase en 450 años. Pero ya voy a haber muerto para ese momento.

Sí.

Seguro esto se maneja a otra escala. De tiempos, claro.

¿Acaso hibernan?

¿Qué hacen acá tan trabados? En una habitación blanca.

Deberían estar bajo tierra. O en una cueva. O un bosque.

Quizás en un volcán semi-activo.

¿Quién los trajo?

No las soporto. Pienso en mi naturaleza.

¿Acaso vengo de ahí? ¿O son restos?

¿Cómo es que la gente toma tragos coloridos a su alrededor? Sin miedo ni fanatismo.

Deberían tener cuidado, es imposible saber qué va a ocurrir en esta sala en la próxima hora. O en los próximos 450 años.

Mejor me voy. Necesito hogar.

Este lugar puede ser peligroso.

O definitivamente amigable.
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Orbitando en forma excéntrica


Advertencia:
El análisis que se presenta a continuación no requiere de amplios conocimientos para ser comprendido. Tampoco se encuentra refinado en conceptos y desarrollos, sino que está orientado a transmitir una perspectiva del autor sobre el arte contemporáneo. Los entendidos de las áreas que se nombran en el desarrollo encontrarán imprecisiones en el uso de ciertas definiciones o catalogarán algunas de sus conclusiones como forzadas o sin argumentos. Sin embargo, desarrollar este análisis cuidando cada concepto y razonamiento lo haría muy extenso, difícil de comprender y dejaría afuera al promedio de los lectores (e incluso al propio autor) (nota i).



Proposiciones

-Nadie tiene la autoridad absoluta para definir qué es arte y qué no.
-Somos seres que, en promedio, construyen sus vidas sobre certezas.
-No estamos educados para afrontar la duda (nota 1).


Desarrollo

En todo entorno se encuentran fácilmente personas que viven sus opiniones como verdades absolutas, incapaces de tomar distancia de sí mismos. En la mayoría de las actividades y situaciones de la vida diaria, lo planteado anteriormente no parece resultar ser un impedimento para despertarse todas las mañanas, trabajar y moverse medianamente en sociedad. Mientras uno se mantenga dentro de ciertos parámetros, las pequeñas verdades absolutas no se verán cuestionadas (ya sea por otros individuos o por propias dudas).

Supongamos que se catalogan distintas disciplinas, ocupaciones y profesiones y se separan en grupos según la cantidad de presunciones y certezas que son necesarias para ejercer, practicar y realizar la actividad. Al intentarlo, podremos caracterizarlas de diversos modos. Por ejemplo, según los requerimientos de la sociedad para permitir el ejercicio de dichas ocupaciones (¿es necesario un estudio universitario?, ¿puede ser sólo un entretenimiento?, ¿se ejerce en sociedad?). También podremos caracterizarlas según las consecuencias personales y sociales que trae su práctica (¿existe un crecimiento personal?, ¿se puede ganar un sueldo?, ¿se puede modificar el entorno social al ejercer?). Otra posibilidad es analizar qué se espera del que ejerce esta actividad (¿se esperan ciertas conductas morales?, ¿ocupa un lugar avalado por la mayoría de la sociedad?, ¿hay una creencia generalizada de que su actividad es vital?). Existen muchas preguntas que podríamos hacernos para dividir estas profesiones o disciplinas según sus características y, seguramente, cada persona encontrará una manera diferente de hacerlo.
            
Analicemos por ejemplo las siguientes disciplinas:

• Abogacía
• Medicina occidental (nota 2)
• Matemática
• Arte

Centrémonos primero en la abogacía. En esta disciplina encontraremos sin demorar que todo abogado se mueve alrededor de leyes acordadas. La mayoría de estas está escrita y varía ampliamente de sociedad en sociedad. Pero lo que se mantiene es que, en general, un abogado es un individuo que se dedica a estudiar, interpretar y hacer valer estos acuerdos entre individuos. Otra observación que se puede hacer es que no encontraremos ninguno que ejerza legalmente y que no tenga título universitario. De la misma manera, si una persona tiene título universitario de abogado diremos que es abogado y será aceptado como tal en el país en el que haya sido habilitado. No será importante saber cuántos casos ha resuelto. Sin título de abogado no se puede ejercer la abogacía y con título de abogado se es abogado (nota 3).
En el ejercicio del derecho ocurre algo particular: aunque la mayoría de las leyes necesarias estén escritas, existe la posibilidad de que dos abogados (o jueces) difieran en interpretaciones. En otras palabras, el ejercicio cotidiano de este tipo de profesiones permite, en algunos casos, la aplicación de un criterio personal. Cabe remarcar que este debe estar justificado en forma lógica pudiendo incluso remitirse a casos pasados (nota 4). Sin embargo, también existen casos en los que una ley es interpretada de una nueva manera nunca antes aplicada. En estos casos se dice que se está “sentando precedente” (y podrá usarse en casos futuros).
En conclusión: la interpretación personal de leyes es compleja, está muy acotada a casos pasados y al estudio de los casos particulares.
Centrémonos ahora en la medicina occidental. Al igual que en el caso anterior, no encontraremos un médico que ejerza legalmente su profesión sin título universitario. Y, si una persona tiene título de médico, se lo avala cómo tal aunque nunca haya ejercido su profesión.
La medicina es, a grandes rasgos, el resultado de miles de años de experiencias y observaciones sobre la salud y el comportamiento humano.
La mayoría de los médicos asume que para calmar un dolor de cabeza se puede intentar con aspirina u otro medicamento similar. Sin embargo podrá considerar que, en algunos casos, una migraña fuerte podría indicar meningitis. En ese caso solicitará exámenes específicos y no alcanzará con una aspirina. O sea que más allá de los libros, el médico deberá interpretar los síntomas en cada paciente.
Generalizando, la medicina actual puede ser vista como un estudio de casos estadísticos, interpretación de diversos indicadores, sus relaciones y sus consecuencias (nota 5).
Se analicen las variables que se analicen, el médico seguirá basándose en los casos vistos personalmente o estudiados previamente para analizar a un nuevo paciente.
Existe una rama que se dedica a revisar la validez de investigaciones ya aceptadas como ciertas, que chequea los métodos científicos, los razonamientos utilizados, el muestreo de pacientes, etc. Incluso en este área revisionista de la medicina, el mecanismo de cuestionamiento parece ser el mismo: ¿el método científico ha sido aplicado de forma correcta?, ¿esta investigación es representativa?, ¿existen variables que no se hayan tenido en cuenta?, etc.
Las incertidumbres en la medicina parecen resolverse del mismo modo por el que se obtienen las certezas en dicho campo: planteando el método científico, la observación y la estadística.
Enfoquémonos en la matemática. Esta disciplina del ámbito de las ciencias exactas se basa en verdades planteadas a priori para luego establecer las relaciones entre los elementos de dichas verdades.

Veamos la operación:
2 + 2

Nos resultaría imposible avanzar en el campo de la matemática sin antes asimilar ciertas nociones básicas. Por ejemplo: no podremos resolver la operación anterior si no comprendimos qué significan el “2” y el “+”. También debemos entender la operación de suma y el concepto de “número”, entre otras cuestiones. Generalizando, si no aceptamos y asimilamos el mecanismo de leyes y definiciones con las cuales funciona la matemática, no podremos movernos en el ámbito de la matemática.
El resultado desconocido de una operación se resuelve con las propias leyes en las que existe esa operación. O sea: las incertidumbres parecen darse dentro del mismo entorno de verdades propuestas. Esto se cumple siempre, aun en el límite del conocimiento matemático en el que la mecánica es similar: establecer nuevas reglas para encontrar nuevas relaciones (aunque las nuevas relaciones planteen nuevas incógnitas). Por lo que hay ciertos cuestionamientos que quedan fuera por el sólo hecho de estar moviéndose dentro de ese campo (ejemplo: ningún matemático se cuestionaría si los símbolos “2” y “+” deben ser escritos en computadora y con tinta negra para obtener “4” cómo resultado).

Entremos de una vez al campo del artístico evitando la pregunta: “¿qué es arte?” (nota 6) Si no contestamos la pregunta anterior, preguntaremos entonces: ¿quiénes hacen arte?
Los artistas, claro. Pero si no se definimos la palabra arte, ¿cómo definir quién es artista?
No se intentará definir, sólo se esbozarán algunas descripciones y caracterizaciones para acercarse al asunto con cuidado…

Para ser considerado artista no se requiere en forma obligada de:

• Estudios o títulos oficiales
• Valores morales / éticos
• Currículum / experiencia comprobable
• Posición social / económica
• Orientación política

Se podría decir también que una parte de la sociedad no considera al artista como actor necesario de la vida diaria. Por lo menos, no más necesario que un médico, un abogado, un docente, etc.
Sigamos en el camino de las descripciones:
Ya que se afirma que no hay un papel (nota 7) que certifique quién es artista y quién no, entonces no parece errado pensar que esto dependerá tanto de la persona en cuestión, como de su entorno.
No es lo mismo sentirse artista que ser considerado artista. Hay una gran distancia entre ambas.
Entonces se podrá diferenciar al artista aceptado como tal en cierto entorno, del que no es aceptado: si nadie de dicho entorno lo considera como artista, en ese entorno no será avalado cómo tal (aunque él se considere artista y sea considerado así en otros entornos). Podremos diferenciar al que posee gran consciencia sobre la reacción que genera su obra en los observadores, del que no posee dicha consciencia. Se podría intentar diferenciar a los artistas considerados de vanguardia, de los que no son considerados dentro de ese grupo. Un artista no ES un artista de vanguardia, sino que ES CONSIDERADO COMO artista de vanguardia DENTRO DE CIERTO ENTORNO.
También se podrá diferenciar al artista que está dentro del mercado, como del que no está dentro del mismo. Otra característica que puede ser remarcada es cuánta atención requieren para continuar con su arte. Algunos artistas no sienten la necesidad de la exposición y aprobación, ni urgencia por conocer la opinión de su entorno. Otros, en cambio, necesitan constantemente hacer públicas sus obras y son extremadamente dependientes del nivel de aceptación.
Se pueden remarcar diversas observaciones respecto de distintos tipos de artistas. Sin embargo, no se podrá asegurar que alguien que se siente artista no lo sea solamente analizando sus certezas o incertidumbres respecto de su obra.
No existe persona que tenga la autoridad absoluta y definitiva para decidir si una creación puede o no ser considerada obra de arte. Cuando todo parece demostrar que cierto objeto, acción, composición, etc. no es arte, de un lugar inesperado se reformula la perspectiva.
Al cotejar opiniones opuestas sobre una misma obra, se podrá concluir que no existe vara real como para medir y otorgar un veredicto final y objetivo. Esto es exactamente lo que imprime el carácter dinámico de la disciplina.
Recordemos la cuestión de las pequeñas verdades absolutas con las que se suele vivir sin problemas. ¿Se cumplirá esto para un artista?, ¿y para un crítico de arte?
Basándose en el análisis planteado anteriormente y extendiéndolo a otras disciplinas se dice:
“La duda en la mayoría de las profesiones es sólo un momento de transición entre certezas, hechos y conclusiones. En el arte, el mecanismo contrario es usual: la certeza puede ser sólo una pequeña transición entre grandes dudas. Y este mecanismo puede durar toda una vida.”

Hemos llegado al punto en el que queda claro que esta disciplina tiene una característica casi exclusiva. Difícil de comparar con otras ocupaciones o intereses del ser humano (quizás se podría relacionar con la filosofía) (nota 8).
Permite la coexistencia de artistas repetitivos, mecánicos, calculadores, estrategas, desafiantes, curiosos, exploradores, negociantes, introvertidos, cuestionadores, arriesgados, etc. No existe limitación a priori y eso convierte a la disciplina en un universo en el cual puede verse la esencia humana en su totalidad. Sólo es cuestión de abrir los sentidos.
La actividad artística parece ir en contra del tan falsamente necesario “tal o cual cosa está científicamente comprobada”. Las certezas están de moda en toda sociedad y el principal canal de entrada es la educación formal y las publicidades. Y si estas verdades son ofrecidas por la “sociencia” (nota 9), mejor aún. La gente confía en los científicos, si lo dicen ellos entonces debe ser cierto. Dirán: “Se habrán ocupado arduamente en confirmar las cosas a su modo antes de hablar”. La “sociencia” puede crear mucha comodidad y tranquilidad. Tanto como una nueva religión.
A los niños en la escuela todavía se les enseña que todo tiene una razón de ser y que las cosas ocurren por algo, este es el pivote de la cultura actual. Y a su vez, el resultado de la educación clásica es la cultura actual (nota 10). Hay que aprender la lección y repetirla, porque así se conseguirá pasar de nivel (y eso parece ser bueno). Habrá que competir, porque es lo que hacen los adultos. Hay que aprovechar el tiempo, llegar antes que el resto. Y esto implica estar despierto, seguro de la meta que se busca. Hay que conseguir grandes éxitos. Hay que aferrarse a la vida. Hay que vivir largo tiempo.
En general, tanto en la escuela como en el resto de la vida, parecería ser que el ganador es el más decidido. Los humanos vivimos adictos a las certezas. Parecen dar continuidad a la vida. Nuevamente, la duda es sólo un instante entre decisiones. Y al estar seguro de un todo se es más funcional a la misma dinámica de la que provenimos, nos protege un marco de costumbres. ¿Acaso es cómodo el auto cuestionamiento constante? No, a priori parece un lugar muy molesto.
La certeza hace avanzar, acelerar. Y funciona: se mantiene la cabeza dirigida, como en piloto automático. Eso implica un cierto olvido de que somos seres mortales, de que la vida termina. ¿Acaso al despertarnos cada mañana pensamos que quizás a la noche hayamos muerto? La mayoría no.
La duda todavía no es bien vista ni practicada en esta sociedad.
Se enuncia:

• “Todas las falsas certezas y presunciones de la vida diaria provocan el olvido de la noción de muerte”
• “El ejercicio constante de la duda y el cuestionamiento no facilita el olvido de la noción de muerte”

• “El arte, entre sus diversos mecanismos, suele aceptar largos procesos de duda y auto cuestionamientos del artista (tanto a la hora de la creación como de la exposición)”

¿Será que el arte sin la certeza como estandarte evoca a la mortalidad del propio ser? Si fuese así, ejercitando la duda podríamos obtener preciadas perspectivas sobre la propia vida. Un lugar más cercano a la muerte. Mirar la finitud del ser desde la infinitud del arte. Y, a su vez, obtendríamos un juicio distinto frente a toda situación que se nos presente. Un método para juzgar desde otro plano a todas las supuestas verdades, dirigir la vida en nuevas direcciones.

¿Y qué mejor para sentirse vivos que tener las riendas de la propia vida?
Una persona que no se cuestiona sus propias hipótesis, sus propias limitaciones, es similar a un artista estancado. Que adopta una estrategia continua para perdurar en el mercado, aferrado a falsedades subjetivas. Es el abandono de la búsqueda. La finalización decisiva de un vuelo experimental.
Es la victoria de las falsas certezas sobre la auténtica incertidumbre. La necesidad de la falsa inmortalidad sobre la cruda idea de muerte.
Conclusiones

• El artista que muere buscando, desaparece en pleno vuelo.

• El arte, por incierto, evoca a nuestra muerte. Potencialmente cuestiona toda certeza conocida. Permite infinitas perspectivas para reubicar las verdades en forma subjetiva. Por lo tanto, desafía los mecanismos de toda sociedad.

• El arte es una herramienta vital. Es hora de incluirla en forma decisiva en la educación oficial, dándole el mismo nivel de importancia que la matemática, la historia, la lengua, la geografía, etc.

La existencia del arte remite a los dipolos indivisibles
Muerte / Vida
Certeza / Incertidumbre
(Orbitando en forma excéntrica uno del otro)
El arte es muerte, por lo tanto es vida.

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i Nota del Autor: Con este desarrollo no intento convencer. No intento expresar una verdad. Es solamente la postura que practico en este momento. En este lugar. En un café cerca de una galería de arte. Quizás mañana esté pensando en rinocerontes. O en qué lugar tenemos reservado los que amamos todo con locura. Desde mi perspectiva, este desarrollo escrito sólo puede existir en el campo de la incertidumbre, en el campo de la duda. En el campo de las certezas, este texto está plagado de subjetividades que no aportan a un argumento concreto. Es por esto que reafirmo mi carácter de artista visual, y no el de escritor.


1- No es usual escuchar, tanto a padres como a maestros de escuela, diciendo a los niños: “la pregunta que haces no tiene respuesta, solo depende de lo que tú pienses”.
2- El autor se atreve a hacer algunas generalizaciones sólo sobre medicina occidental y no sobre la oriental.
3- Es necesario también colegiarse.
4- Jurisprudencia
5- Este enfoque podría incluso considerar cuestiones psicológicas / psicosomáticas, cuestiones de entorno familiar u otras variables relativamente novedosas respecto de la medicina del siglo pasado.
6- En la historia del arte, esta pregunta se considera ya planteada hace tiempo (aunque siempre está vigente).
7- En algunos países existen certificados que demuestran que cierta persona se dedica al arte y se utilizan por ejemplo para realizar rebajas de impuestos. Pero no se exigen para hacer, vender o mostrar obra.
8- Se podría citar un caso extremo para comprender hasta qué punto el arte puede arrasar con todo límite en forma incomparable: en 2009 la artista cubana Tania Bruguera presentó una performance en la que, mientras leía un ensayo sobre el arte, su relación con la política y la sociedad, gatillaba en su sien un arma real cargada con una bala real al modo “ruleta rusa”. Hay gente que cuestionará su veracidad mientras que otros cuestionarán su salud mental. Pero mientras alguien lo considere arte, será arte en ese entorno.
9- Término imaginado por el autor para referirse a la idea generalizada que tiene la sociedad sobre la ciencia, que usualmente dista bastante de lo que realmente hacen los científicos (más allá de su campo de acción).
10- Existen nuevas perspectivas en la educación, pero es temprano como para ver consecuencias claras en nuestra sociedad.

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